HABITAR LA RUINA
Dos segundos después del mundo
Contexto: Exposición colectiva
DESPUÉS DE LA HERIDA
Curaduría: Abraham Hurtado
Entre los escombros, una cama. Algunos recuerdos y fotografías hacen de la ruina un hogar, un espacio cuidado y atendido en medio de la decadencia; un fuego para cocinar y contemplar. ¿se necesita algo más para la supervivencia? Si, compañía: una base de operaciones con restos de tecnología semi-destruida trata de encontrar señales que indiquen vida en otra parte. La tecnología prometía ser la herramienta que nos conecta, pero ¿podrá esta sobrevivir a la herida como lo hacemos las personas?
Para la realización de esta pieza, he utilizado materiales recogidos en el terreno donde vivo, escombro acumulado después del paso de la última Dana (gota fría) y basura electrónica, aparatos obsoletos que me dieron forma (formato) y/o contuvieron fragmentos de mi identidad. Me imaginé viviendo en un momento en el que todo había acabado, el mundo tal y como lo conocíamos había dejado de existir. Me imagine solo, nadie en kilómetros alrededor... Me sentí liberado. La ruina imaginada es un habitat muy duro. Mis únicas pertenencias eran un puñado de objetos encontrados y mis fotos más íntimas, un recuerdo de la sensación de compañía y amor profundo. Mis únicas dedicaciones eran encontrar campo electro-magnético residual y ser persona. Aún así... me sentí liberado.
Diluidos en penumbra
somos focos
direcciones
latidos asíncronos
hijos del mismo temblor
un caminar desalineado
huele a palmera seca
sabe a mirada cansada
la voz cambia el sentido
un hilo dorado nos atraviesa
huele a piedra desenterrada
solo en el autismo me encuentro yo
sois las cartas mitológicas
soy el hechicero eléctrico azul
si existe futuro
es hoy
la vida salvaje no espera
esta montaña se mueve